Historias de Dignidad
Presentación
Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos.
(Ley 52/2007 de la Memoria Histórica de 26 de diciembre de 2007)
Con este trabajo se sigue la línea de difusión que el Archivo Municipal lleva realizando, hace ya muchos años, con el fondo documental del mismo. La oportunidad de la digitalización y el espacio que nos abre la página Web municipal han colaborado a hacer más próximos sus documentos y, por tanto, al conocimiento de la historia local a través de sus contenidos.
En esta ocasión es, también, un homenaje a los hombres y mujeres que sufrieron la represión que siguió a partir del golpe de estado contra la segunda República.
Del 17 al 20 de julio de 1936 se producen los pronunciamientos contra la República. En la noche del 19 de julio los sublevados toman el Ayuntamiento de Puerto Real con fuerzas de infantería de marina después de los intentos de resistencia. La maquinaria de represión comenzó a funcionar desde el primer momento del golpe; detrás de las detenciones de los concejales llegaron las de otros hombres y mujeres comprometidos con la República, fundamentalmente con el Frente Popular: republicanos, marxistas, anarquistas, masones, sindicalistas, ...
Fueron tantos los detenidos en los primeros días, que hubo que adaptar un almacén como depósito carcelario (la cárcel de Rosales), ya que la municipal resultaba pequeña. En 1941, cuando se piden cifras de detenidos, oficialmente se hablaba de 195 pero fueron bastantes más. Por otra parte, en Puerto Real estuvo alojado el campo de prisioneros “Coto de la Trasatlántica”, al que ellos mismos llamaron campo de concentración. En 1939 llegó a tener 5.300 reclusos y algunos puertorrealeños ingresaron en él.
Con las detenciones llegaron la incautación de documentos de las organizaciones para conocer a los militantes, por medio de actas o listas de afiliados, la clausura de locales y un proceso de violencia que llevó a muchas personas a la muerte (a los concejales siguieron líderes sindicales y políticos) mediante el asesinato no reconocido nunca; estas personas “desaparecieron”, no se inscribieron en los libros de enterramiento del cementerio y solo algunos, posteriormente, consiguieron ser inscritos en la sección tercera del Registro Civil como difuntos.
Enseguida llegaron los procesos de tribunales militares con peticiones de informes de conducta moral y política a los Ayuntamientos, a la Falange local o a la comandancia militar.
Se inició la depuración de trabajadores municipales y otros cuerpos de funcionarios, sanitarios, educadores, … Se destituyen a guardias municipales, guardas rurales, agentes de arbitrio, a quienes, después de la cárcel o abierto expedientes en los juicios, se destierran a otras localidades.
Se crea también el Juzgado de incautación y confiscación que se dedica a confiscar bienes de encarcelados o asesinados.
Justificándolo en una situación de guerra, crearon un aparato represor que perduró después de terminada ésta.
Hace unos veinte años se comenzó en el Archivo Municipal una línea de investigación por parte de un grupo de cenetistas que tuvo, junto con la investigación en otros archivos, un magnífico resultado, como fue sacar a la luz los nombres de hombres y mujeres que sufrieron todo tipo de persecuciones y tratarlos con el respeto que se merecían, después de años de silencio. Posteriormente se creó la Plataforma para la Memoria Histórica, se han realizado publicaciones, actos y otras actividades, y en la actualidad se están llevando a cabo las labores de localización de muchos de los restos de estas personas a las que denominaron en los documentos “desaparecidos”.
Para elaborar esta página se han seleccionado y digitalizado más de 4.500 imágenes, ya que los investigados fueron cientos de personas, pues era el sistema natural de un nuevo orden que pretendía eliminar cualquier tipo de disidencia, pero sólo se han subido a la Web las copias digitales cuyos contenidos muestran la violencia directa por el encarcelamiento, el destierro, la depuración profesional, la incautación de bienes o el asesinato de alguna persona. Es un trabajo abierto al que se seguirá añadiendo imágenes que colaboren a ampliar la información que se conservan en el Archivo Municipal sobre estos ciudadanos y ciudadanas.
La página ofrece un sistema de búsqueda para obtener los documentos a través de nombres y apellidos y, para mayor facilidad, una relación de los mismos.
Agradecer la cooperación del Departamento de informática del Ayuntamiento y de las trabajadoras Margarita Fernández González, Luz María Oliva Corrales y Paula Rodríguez Romero, integrantes del Programa Emple@ joven, iniciativa de cooperación social y comunitaria para el impulso del empleo joven de la Junta de Andalucía.
Como se recoge entre las conclusiones de las Jornadas, coorganizadas por la Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas (ANABAD) en abril de 2014 sobre el papel de los archivos en la defensa de los derechos humanos y la memoria histórica “Los archivos son la primera plataforma para el conocimiento de la verdad, protegen los derechos de los ciudadanos, garantizan la seguridad y la transparencia de las administraciones, y la salvaguarda de la memoria individual y colectiva”.
Archivo Municipal